Un Jardín Secreto en plena Medina de Marrakech
Este remanso de paz es de visita obligada si tu ruta dedica unas horas a pasear por la Medina de Marrakech. El Jardín Secreto, como se le conoce popularmente, se encuentra a 15 minutos andando de la Koutobia, a 7 de la plaza Jemaa el Fna, y a tan solo 5 de la Madraza Ben Youssef.
Los afortunados que han conseguido encontrarla reconocen que no ha sido fácil. Las robustas puertas que caracterizan los inmuebles marraquechíes esconden verdaderas joyas o encuentros inesperados con la naturaleza. Lo característico de esta arquitectura es que la apariencia engaña a cualquier visitante porque el atractivo de todo edificio se encuentra en el interior.
HISTORIA DE UN OASIS ESCONDIDO
En la Medina de Marrakech, se pueden observar distinguidos inmuebles entre los que destaca un antiguo palacio restaurado, conocido como Le Jardin Secret o El Jardín Secreto. Este fue construido en el siglo XVI, cuando el sultán Mouay ‘Abd-Allah alzó el conglomerado de edificios que conforman la Medina de la Ciudad Roja, como es conocida Marrakech, y el distrito de Mouassine, aunque, un siglo después fue destruido. Alrededor del siglo XIX este Jardín Secreto fue reconstruido ya que, se dice que este espacio fue parte del riad (antiguas casas tradicionales marroquíes con jardín o patio interior) del gobernador de la Medina. Sin embargo, su mantenimiento cesó en 1934 y cayó en el olvido.
Así, tras casi ochenta años de abandono, el espacio recobró la vida tras una restauración que duró ocho años. Finalmente, en 2016, el encargado del diseño de los jardines Tom Stuart-Smith, uno de los paisajistas más talentosos de Gran Bretaña, puso fin a las obras y abrió este jardín de estilo árabe-andalusí inspirado en cómo pudo haber vivido el sultán sus épocas de descanso.
UN RECÓNDITO ESPACIO DE PAZ Y VEGETACIÓN
Puede que sea uno de los lugares más relajantes de Marrakech, el sonido que produce el agua al caer desde la fuente central invade cada centímetro del jardín. Esto invita a sentarte bajo cualquier árbol y disfrutar de este espacio donde se desborda la naturaleza y la paz.
Le Jardin Secret es el espacio perfecto para perderse, un oasis verde en plena Medina de Marrakech, un lugar fresco y repleto de vegetación al más puro estilo árabe-andalusí. Este se encuentra dividido en un jardín exótico y un jardín islámico entre los que se albergan 80 especies diferentes de plantas. Esto es así ya que el sultán importaba especies foráneas con el objetivo de sorprender a sus visitantes.
Por otro lado, el jardín islámico, cuenta con una parte oeste y otra este. La primera tiene una disposición cruciforme típica de los jardines musulmanes de la época, y, en la otra parte, este patio se une con el patio oeste mediante una estructura de pérgola que ofrece una magnífica zona de sombra para descansar. Lo que caracteriza a este jardín islámico son árboles como la palmera datilera, la higuera, el granado o el olivo, típica vegetación árabe que no puede faltar en un jardín de este tipo.
FIEL RESTAURACIÓN AL MÁS PURO ESTILO ÁRABE-ANDALUSÍ
La rehabilitación del edificio está hecha a imagen y semejanza de lo que pudo haber sido. Por ejemplo, la estructura hidráulica distribuye este regadío en cuatro partes que facilita el riego de los terrenos; sigue siendo la misma con la que contaba en el siglo XVI, lo que permite a este retiro trasladar a sus visitantes a un viaje en el tiempo, concretamente a la “Edad de Oro” de Marrakech que es durante el reinado de la dinastía saadí.
Además de pasear disfrutando del ecosistema de relajación de este Jardín Secreto, también existe la posibilidad de alojarse en las estancias de este riad o degustar en su restaurante los típicos platos de la gastronomía árabe, sin olvidar subir a la torre que posee este asombroso riad.
PARA SABER MÁS SOBRE EL JARDÍN SECRETO
Se puede visitar durante todo el año a partir de las 9:30, pero el horario de visitas concluye dependiendo de la época del año: en febrero, marzo y octubre, El Jardín Secreto está abierto hasta las 18:30, de abril a septiembre hasta las 19:30, y de noviembre a enero hasta las 18:00.
El precio de visita depende de la tarifa: la entrada general cuesta 50 dh al edificio y 30 dh a la torre. Por otro lado, la entrada reducida son 30 dh al edificio y 20 dh a la torre. Esta última incluye a niños de 6 a 18 años, a estudiantes de 18 a 24 años y a ciudadanos marroquíes.