Adentrarse en las caballerizas alauitas de Meknes o cómo viajar en el tiempo
Durante el gobierno del sultán Moulay Ismail durante el siglo XI, la ciudad de Meknes, fundada en el siglo XI por los almorávides, fue elegida capital del reino durante el gobierno de este, fundador de la dinastía alauita. En esta localizó edificios oficiales como el palacio real, o también conocido como Mausoleo de Moulay Ismail, la muralla real y además todos servicios oficiales como los establos de los caballos del ejército de la dinastía. Aunque la mayoría se encuentran en ruinas debido a un fuerte seísmo ocurrido en el siglo XVIII, hoy se pueden visitar ya que representan otro de los legados del sultán Moulay Ismail a la ciudad que fundó, Meknes.
Localizadas cerca del estanque Swani, los establos se encuentran en un edificio rojo tras pasar por estancias que se utilizadas como lugar para almacenar granos debido a que, la gran altura de cada estancia se caracterizaba por su frescura y por los ríos subterráneos y pozos de agua que suministraban agua provenientes de las montañas del Atlas. Este emplazamiento, junto a la anchura de sus paredes favorecía la conservación del grano.
Al llegar a las antigua caballerizas llama la atención la disposición de los arcos, un conjunto de 22 paseos, cada uno con 14 arcos recorren la estancia donde en la antigüedad el rey albergaba sus caballos y los de su séquito. El barrio real, donde se albergaban las caballerizas, se extendía por esta zona, justamente a las afueras de Meknes, junto al resto de dependencias reales al servicio del reino. En estas se albergaban hasta 12.000 caballos, lo que puede hacer una imagen al visitante de las dimensiones del conjunto.
Además de ser un centro de exposiciones, se puede acceder al techo de las caballerizas para ojear las vistas que e observan desde las alturas. Desde este lugar pueden contemplarse los jardines reales, el estanque Swani y la medina de Meknes.
Aunque las críticas sobre las caballerizas recaen en su estado de conservación, siguen impresionando. La cultura y los edificios patrimoniales que se siguen conservando la han convertido Ciudad Histórica de Meknes por la Unesco. Según la organización internacional, la cultura que sigue reinando en Meknes y su atractivo cultural y turístico “muestra todavía hoy la armoniosa fusión del estilo arquitectónico islámico con el europeo en el Magreb del siglo XVII”.