El misterio del «Big Ben» de Essaouira
Por muchas maravillosas y preciosas ciudades que posea la costa atlántica de Marruecos, es difícil escoger cuál es aquella que destaca entre las demás. Para ahorrarnos ese drama, en Viajes Marruecos hemos querido hacer un homenaje a todas ellas. Para los turistas, las mejores playas de Marruecos están situadas junto a poblaciones.
Aunque la ciudad, que alberga un total de 80.000 habitantes, suela ser un reclamo muy habitual para aquellos marroquíes provenientes del interior del país, Essaouira no está masificada y el turismo está en auge. Por esta razón, su preciosa medina aún disfruta de la autenticidad de los vendedores marroquís y su gente te muestra cariño y la hospitalidad tradicional con la que se caracteriza su cultura.
Más allá de sus murallas y playas, para adentrarnos por las calles estrechas llenas de galerías que forman la medina hay que acceder a través de tres puertas monumentales, las conocidas como Bab Sbaa, Bab Marrakech y Bab Doukhala.
La arquitectura de Essaouira, en concreto, tampoco pasa desapercibida. La blancura de sus paredes y el azul de sus ventanas no es pura casualidad, tienen mucho que ver con las islas mediterráneas. Sin embargo, la estructura de la medida se divide en dos. Aquella con más bullicio y mayor actividad es la comprendida entre Oqba Ibn Naffia y es donde se encuentra la Torre del Reloj que, precisamente, es esa obra arquitectónica de la que vamos a hablar hoy.
La centenaria Torre del Reloj en Essaouira, situada en la avenida Oqba Ben Nafi es uno de los puntos neurálgicos de la Medina y de las torres más cercanas entrando por la puerta Bab Sbaa. La Torre del Reloj, o también conocida como el “Big Ben de Essaouira” fue construida en los años veinte por el mariscal Lyautey y pertenece a la mezquita más grande de la ciudad, conocida como la mezquita de Ibn Youssef con 2000 metros cuadrados. Esta torre, tan reconocible por el uso de cuatro relojes, -uno en cada lado de la torre-, es uno de los símbolos de Essaouira. Sirve como punto de referencia y, aunque el reloj dejó de funcionar en 1997, quince años después se arregló uno de sus relojes y ahora vuelve a estar en funcionamiento. Sin embargo, algunos opinan que es imposible escuchar su carillón. La única forma de comprobar el misterio del “Big Ben” de Essaouira es ir a resolverlo tú mismo en tu próximo viaje!.