Una vista panorámica de Safi desde el Castillo del Mar
Para los amantes de las localidades de costa, Marruecos podría ser el paraíso viajero. Con casi 2.000 km de costa y llegando a los 3.000 incluyendo la zona del Sahara, las playas de este país son de las más demandadas por visitantes de todo el mundo. Por su respeto a la naturaleza y por ser playas, en general, vírgenes, la zona noroeste que mira al Atlántico debería ser un destino obligatorio en tu ruta de viaje.
Uno de los puntos de esta costa más destacados es la conocida localidad pesquera de Safi. Famosa por su alfarería, Safi es un pueblo perfecto para descubrir las actividades primarias que aún siguen conservándose y que mantienen el pueblo activo como la pesca. Uno de los espectáculos de Safi es ver cómo desembarcan las sardinas que luego se venden en el mercado para degustarlas. Su sabor es realmente auténtico ya que son pescados frescos cogidos justamente esa misma mañana. Eso es lo que le proporciona el magnífico sabor que tienen.
Pero, además de ser un puerto interesante en cuanto a la industria pesquera, si echamos una mirada hacia arriba, el paisaje se completa. Justo encima del puerto se encuentra las ruinas del castillo de Dar El-Bahr o, también llamado el “Castillo del Mar”. Como su mismo nombre indica, esta se encuentra mirando a la bahía de Safi donde se adentra el océano Atlántico desde un precipicio al nivel de la villa. El mar, el puerto y la medina constituyen una vista panorámica espectacular del horizonte. Observando esta magnífica estampa entenderás por qué los portugueses decidieron proceder a la construcción del castillo de Dar El-Bahr en este punto de la ciudad.
Construida en el siglo XV, el “Castillo del Mar” localizado actualmente al borde de la plaza de la Independencia, conserva aún los cañones procedentes de España, Holanda y Portugal. Aunque se dice que es pequeña en comparación con el resto de fortalezas portuguesas fue restaurada en 1963 y contempla una puerta monumental que simboliza la importancia que tuvo el edifico para la época.
En la Plaza de Armas, justo al frente de esta gran puerta, se encuentran los cañones que mencionábamos antes. Unos doce cañones originales que apuntan al Atlántico y construidos en bronce que junto al buen estado de las murallas del castillo te harán viajar en el tiempo hacia el siglo de su utilización.
Así, esta fortaleza a pie de la costa atlántica narra la historia y los orígenes de Safi siendo uno de los monumentos históricos más importantes de la cultura del municipio y de la zona. Además de la belleza de sus vistas, es posible acceder al castillo pagando apenas unos dirhams pero merece la pena porque descubrirás parte del legado que los colonos portugueses aportaron a la zona.
Su visita es uno de los imprescindibles para entender así la vida que se esconde tras las rocas de la playa y del puerto; además de la vida de una civilización pacífica por naturaleza frente a las adversidades a las que se ha ido enfrentando desde su nacimiento.