Desmontando mitos: ¿Por qué viajar en Ramadán es una buena opción?
A la llegada de la novena luna nueva del año, un nuevo mes comienza en el calendario musulmán. El pasado jueves comenzó el “Ramadán”, como se le llama en árabe al noveno mes correspondiente al calendario lunar, una tradición que sigue esta cultura y un mes diferente en cuanto a la vida colectiva e individual.
En Marruecos, normalmente el ayuno o “swan” comienza un día después que en la mayoría de los países musulmanes, que simboliza uno de los pilares fundamentales de la religión islámica. Durante el amanecer hasta la caída del sol estos deben permanecer en ayuno, mientras que por la noche pueden comer y beben todo lo que deseen.
Sin embargo, al igual que es un mes muy familiar de tradición y costumbres, es un mes de júbilo y reflexión. En él se trabaja la humildad y la empatía para comprender mejor a los más necesitados, ponerse en su lugar y, sobre todo valorar los alimentos que se posee.
Por esta razón, aunque se paraliza la actividad económica y la vida en la ciudad, esto no es del todo así. En esta publicación queremos mostrarte qué te encontrarás al viajar al país y por qué Marruecos es un buen destino para visitar durante todo el año incluidos los meses de Ramadán para que no pierdas ni un solo detalle de esta popular tradición.
- La actividad económica sigue su (casi) curso natural. La única diferencia tiene lugar dependiendo de dónde te encuentres. En pueblos pequeños o en zonas poco turísticas, lo más normal es que los establecimientos para comer y las tiendas estén cerradas ya que, al estar pensadas para locales estas tan sólo abran horas antes del anochecer. Sin embargo, en la mayoría de ciudades podrás encontrar los comercios abiertos ya que, al ser cosmopolitas y multiculturales, hacen que el Ramadán no sea la única opción.
- La vida nocturna renace. Una vez se despide el sol por el horizonte, los musulmanes se reúnen para rezar y comer por lo que aquí es cuando empieza el jolgorio. A diferencia del resto de días, donde los locales y las calles suelen vaciarse con la llegada de la noche, el festejo de celebrar que se ha superado otro día de Ramadán puede percibirse por las calles. Este será un buen momento para convivir con la gente, jugar a juegos populares con ellos, reír, conversar… hasta que el sol vuelva a salir de nuevo.
- Si posees un espíritu explorador, el ritmo de Marruecos durante este mes te atraerá especialmente. Al activarse los zocos al salir la luna, hay productos que sólo se ven en esa época, lo que puede ser una oportunidad para conocer otras realidades de esta cultura.
- Es positivo porque hay menos turistas, por lo que los problemas de colas en las atracciones turísticas desaparecen.
- Aunque encontraremos algunas diferencias en las zonas más concurridas como pueden ser las medinas o zocos, visitar edificios o jardines turísticos no varía con respecto a otra época del año y los horarios y tarifas de los mismos cumplen con los establecidos.
- Uno de los “contras” que pueden aparecer durante un viaje en Ramadán al país es que, debido al ayuno, los ciudadanos estén algo susceptibles con respecto a lo referido con la comida. Se recomienda no consumirla delante de ellos por respeto a la población y prepararla antes de hacer el viaje, en la carretera o en el alojamiento.
- Hay que tener cuidado durante las horas del fin de la jornada laboral con el tráfico porque, al dirigirse a sus casas, estos conducen como locos por llegar antes y comer.
Estas y otras cuestiones son las que encontrarás durante tu viaje a Marruecos durante el mes de Ramadán pero, en realidad, todo depende de la perspectiva de viaje con la que vayas. Si no se trata de un viaje excesivamente largo y a ciudades poco turísticas donde este cambio en comparación con el ritmo natural del país y, podríamos decir que europeo, puede ser una experiencia inolvidable.
Viajar en Ramadán podría ser una maravillosa oportunidad para adentrarte aún más en la cultura musulmana siendo consciente y comprendiendo sus diferencias etnológicas. Explorar Marruecos en esta fecha se convierte en una opción donde conocer el sentido de esta festividad: reflexionar sobre los pecados cometidos purificando cuerpo y mente y acercarte a tu yo interior mediante el rezo. Una cultura abierta, pacífica y comprensiva como la musulmana te aproximará a la concienciación sobre la igualdad social de clases entre pobres y ricos que es una de las reflexiones a las que se pretende llegar a través del Ramadán.