Halloween marroquí o la fiesta de Boujloud

El día de todos los santos es un día festivo en España en el que se celebra el recuerdo de los difuntos. En la iglesia católica se conmemoran a todos aquellos que, habiendo superado el purgatorio se han santificado, es decir, han llegado al cielo y gozan de la vida eterna con el Dios cristiano. Sin embargo, en países donde la religión hegemónica es el islam, aunque no existe como tal el día de todos los santos el 1 de octubre, también hacen un homenaje a aquellos que ya no están.

En este caso, en Marruecos el 27 de octubre se celebra la fiesta de Boujloud, después de la fiesta de Eid-Adha. al muy conocido popularmente también como “Halloween marroquí”. Cuando llega este día, los musulmanes preparan un rito exótico en el que cantan y bailan durante todo el día. Esta festividad local se encuentra entre las tradiciones ancestrales de la cultura marroquí y destaca por el arte callejero que se desprende y las actuaciones que llenan de vitalidad y armonía el festejo.

Esta celebración tiene orígenes indígenas provenientes de la tradición de la cultura bereber proveniente de la parte norte del continente africano. Se dice que lo que intentan rememorar esa dualidad conflictiva entre el bien y el mal y que esta es la razón por la que las personas que asisten a esta festividad lucen atuendos extravagantes y extraños hasta casi ni reconocer a quién se esconde detrás de la careta. Lo que se busca con la vestimenta hecha con pieles de animales es lo mismo que en el Halloween americano: asustar.

Como su mismo nombre indica “Boujloud” significa “Padre de las pieles”, el motivo por el cual los participantes se cubren con pieles de oveja, ave o cabra.  Acompañados de instrumentos musicales como baterías o flautras, aquellos enmascarados con pieles salen a la calle para ofrecer un espectáculo por las calles de los pueblos utilizando también cuernos de animales con el fin de que nadie se vuelva a su casa sin dar ningún respingo. Para algunos, las máscaras son traen bendición y cumplimiento de los deseos, por lo que es una ocasión perfecta para pasarlo bien y atraer a la buena suerte. 

Es una de las tradiciones más antiguas de Marruecos que aún sigue viva cuando llega la época de disfrazarse. Aunque trata de dar miedo, ir a la fiesta de Boujloud es una experiencia más atractiva y divertida que espeluznante.