Invierno en Marruecos: la escapada perfecta para Navidad
Muchos prefieren las vacaciones de verano para viajar a lugares de playa o piscina y así disfrutar de las altas temperaturas de los meses de julio y agosto buscando el fresco. Otros, todo lo contrario. Para muchos viajeros, el invierno es el momento perfecto para emprender un viaje y disfrutar de las fiestas, costumbres y encanto del invierno. A todos nos gusta un buen momento de relajación escuchando el susurro de las olas, pero también el calor de las llamas en una chimenea tomando un buen chocolate caliente; es difícil elegir.
De este modo o porque simplemente quieras escapar de la Navidad y seas un amante de los viajes y las aventuras nuevas: Marruecos es tu destino perfecto. Además de las altas temperaturas para estar en invierno que rondan de media los 20 grados durante el día, el país magrebí cuenta también con auténticas estampas invernales, sobre todo en el norte, que sorprenderán a todo viajero.
Por ejemplo, en las montañas del Alto Atlas, hay pueblos perfectos para hacer actividades que sólo pueden disfrutarse en invierno, como el esquí. En Ifrane, situado en el Atlas Medio, es la localidad con un clima frío y lo más frecuente es que nieve más de una vez durante el invierno. Sus nevadas, que atraen desde miles de turistas todos los años de todo el mundo hasta al rey Hassan II. A 1650 metros que se alza esta ciudad, Ifrane destaca por la pesca de la trucha. Quizá lo que más destaque de este rincón al norte del país es que sea uno de los lugares más visitados del país por la autenticidad y distinción de su naturaleza con el resto de Marruecos.
Para sentir una verdadera experiencia invernal, la temperatura de Ifrane ronda en invierno hasta los -2ºC de temperatura. La estación de Michlifen y la del Jbel Hebri, son algunas de las localizaciones de los espacios para los amantes de la nieve y las aventuras extremas. En algunos momentos recuerda a Sierra Nevada por la cantidad de público atraída por el esquí como atractivo turístico, tanto nacional como internacional.
Es en el Parque Nacional de Ifrane donde se realiza esta actividad se caracteriza por su bosque de más de 50.000 hectáreas, la mayor reserva de cedros de Marruecos, conocido Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un paisaje precioso que merece la pena contemplar es la que regala los lagos de Dayet Asaua y Dayet Ifrah u otras zonas como el Valle de las Rocas o las cascads de Vierges cerca de la cima de Jbel Hebri.
Es llamativo contemplar la fauna tan rica de la que goza este bosque como son las liebres, los jabalíes y sobre todo a los monos, cuyo hábitat se extiende por todo el Medio Atlas.
Si tienes ganas de viajar y aún estás en duda sobre el destino, Ifrane es el lugar perfecto donde pasar un invierno único que nunca olvidarás.