Navidades en Marruecos: una oportunidad

Aunque el frío en ocasiones nos obligue a no salir de casa, las vacaciones nos traen otra oportunidad para seguir descubriendo mundo. Muchos hablan de la Navidad como la etapa más bonita del año. El ambiente navideño con el que se envuelve la ciudad, los días de celebración, los regalos, la ilusión de compartir momentos con la familia, hacen de la Navidad una cita casi obligada con la felicidad o, más bién con la “felicidad entendida por el capitalismo”.

Cuando la Navidad se va mercantilizando de forma tan excesiva, cada vez hay más personas que buscan en esta época planes alternativos con los que aprovechar las vacaciones apartado de todo el bullicio que conlleva la Navidad.

Por esta razón, Marruecos, al tener el islam como religión oficial, no se celebra la Navidad, por lo que puede llegar a ser el destino perfecto, lejos de la cultura consumista de los países europeos y cerca de tu país de origen, sin necesidad de pasar largas horas de viaje.

El destino marroquí puede ser una oportunidad para pasar una Navidad diferente con la familia, en pareja o solo/a, ya que es una de las épocas del año que menos turistas recibe el país magrebí, además de disfrutar de las vacaciones navideñas sin el abrigo, la bufanda y las botas cual esquiador; las temperaturas durante los meses son más elevadas que en los países europeos, con 20º de media. Aunque tengas que abrigarte, notarás que en algunos momentos del día, agradecerás el buen tiempo que se respira y que el sol te regala en todo Marruecos.

Alejarse de la civilización occidental, nunca viene mal, de hecho, de vez en cuando es hasta necesario. Darte cuenta que no se acaba el mundo si no se sale de fiesta un fin de año, o si no se colocan regalos debajo del típico árbol con adornos. Marruecos y la hospitalidad de su gente hará que el sentimiento de sentirte como en casa perviva en este viaje. Alojarse en un riad, convivir con la gente originaria de cada ciudad, hará que experimentes esa Navidad diferente que a veces se necesita y será el soplo de aire fresco que Marruecos te garantizará como regalo de Navidad.

Sin embargo, la globalización también ha influído a la sociedad marroquí. Si viajes en esta época, aunque menos que en el resto de la sociedad occidental, no estarás exento de ver la decoración navideña de algún escaparate o encontrarte a alguien disfrazado de Sant Claus, sobre todo en las ciudades más pobladas y de mayor influencia europea como Marrakech, Casablanca, Rabat, Tánger etc.

La tolerancia es el elemento que caracteriza a este país, véase en épocas como la Navidad, en la que se permite a la población extranjera celebrar sus ritos y festejos con total normalidad y en paz y así que se sientan un poco más cerca del hogar. Por esta razón, viajar en Navidad a Marruecos puede ser una oportunidad para conocer mundo y para vivir la Navidad de otra forma.

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