Rabat y Salé, frente a frente por un río
La región de Rabat, más conocida como Rabat-Salé-Kenitra, alberga la capital económica de Marruecos. A orillas de la costa atlántica, en esta región desemboca el gran río Bu Regreg, origen del asentamiento de multitud de civilizaciones a lo largo de la historia. Actualmente, este río da vida a la ciudad de Rabat y la separa de la localidad vecina Salé. Ambas, frente a frente, conforman una zona que concentra el segundo mayor foco de población de Marruecos debido a que, según el censo de 2004, iban seguidas de Casablanca.
Salé siempre ha crecido conjuntamente a la par de Rabat. En concreto, en los años donde gobernaba el sultán Mulay Zaydan, en 1627, con el apoyo del gobernador de Salé, proclamaron la independencia de esta segunda localidad. Así, entre Rabat y Salé se fundó la república de las Dos Orillas, donde Salé estuvo destinada a la actividad corsaria contra barcos cristianos hasta dos siglos más tarde.
Más tarde, tras la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos controlaron la zona mediante la presencia militar. Estos tomaron la antigua base militar francesa y la convirtieron en su propia Fuerza Aérea hasta que Mohammed V anunció la retirada de estas bases.
En la actualidad, el aeropuerto civil pertenece, en realidad, a Salé, en vez de a Rabat, como lo conocemos popularmente. Del centro de la capital económica marroquí, el aeropuerto de Salé se encuentra a 7 kilómetros, por lo que hace accesible su traslado hacia el mismo, mayoritariamente en taxi o autobús.
Sin embargo, las conexiones entre esta ciudad separada por el río Bu Regreg, están en auge. Taxis, autobuses y, sobre todo, trenes y tranvías, conectan a ambas zonas perfectamente. Los vehículos interurbanos como los trenes poseen estaciones hacia otros barrios periféricos para acceder de la manera más fácil posible al resto de la ciudad como los barrios de Agdal o Tabriquet. Además, en la actualidad Rabat y Salé miran hacia el futuro con mayores conexiones entre ambas debido a la implantación de tranvías y 32 estaciones entre ambas zonas desde 2010.
Esta ciudad dormitorio de la capital marroquí, está creciendo y actualmente se encuentra en constante urbanización y modernización pero sigue caracterizándose por su tranquilidad en comparación con su vecina. Entre sus atractivos destacan las siete puertas que la rodean, como la Bab Sebta al norte, Bab El Mrissa al sureste, Bab Bouhaja, al sur de la anterior, Bab Septa al este, la norte Bab Mrissa y Bab Chaafa, al noroeste de la medina.
Una ciudad con una medina laberíntica y un puerto pesquero auténtico que está fuera de la turisticación y de las aglomeraciones, nada que ver con Rabat. En Salé podrás disfrutar del ambiente marroquí más tradicional y único.