La arquitectura moderna y tradicional se combinan en Casablanca

Si por algo se caracteriza esta ciudad del norte marroquí es por el característico estilo que se puede apreciar en la decoración de sus edificios. Construidos a principios del siglo pasado, los edificios de Casablanca narran la historia de la ciudad durante la época colonial en la que se convirtió en el núcleo de urbanismo y de arquitectura. Aunque en toda Casablanca se pueda observar este estilo, sobre todo en el centro abundan los edificios con decoración neoclásicos, ornamentación con motivos de tipo art-decó y art nouveau que estaban influidos por los movimientos del siglo XX europeo sin olvidar la influencia del arte marroquí.

Podríamos decir que es la ciudad donde más se construyó en base a este estilo. En la primera década del siglo pasado, concretamente hacia 1912, el General francés Lyautey, encuentra a los arquitectos más innovadores para darle ese carácter moderno a Casablanca. A manos del arquitecto Prost, el urbanismo marroquí se regenera y con Laforque y Laprade ahondan en el motivo de regenerar la ciudad desde la base de la organización territorial y urbanística de la capital económica de Marruecos. Sin embargo, con Marius Boyer, Alexandre Courtois, Edmond Brion y Georges Candilis entre otros colocaron a Casablanca a la vanguardia de la experimentación arquitectónica del mundo.

La propia decoración que estaba surgiendo en la ciudad marroquí consiguió ser fuente de inspiración para aquellos estilos que estaban surgiendo a la par en países como Alemania. Elementos como el estilo arquitectónico tradicional marroqui influyeron al próximo movimiento cubista y la artesanía local consiguieron ser base de la nueva arquitectura Art-Decó y Neo-árabe que surgia en esta ciudad marroquí.

Esta mezcla entre tradición y modernidad puede divisarse por todo Marruecos, sin embargo, para encontrar los rincones donde la arquitectura brilla con luz propia es obligatorio recorrer el Boulevard Mohammed V donde destacan edificios como el Glaoui, en cine Rialto, el Mercado Central o el Assayag II.

En el centro de la ciudad, la plaza Mohammed V se caracteriza por ser el nexo de unión entre la medina y la ciudad moderna. En esta conviven las perlas arquitectónicas de Casablanca como la sede de la Wilaya, la central de correos, el Palacio de Justicia y el Banco de Marruecos. Además de estas, la Villa des Arts, situada al lado de la Liga Árabe combina ambas escuelas artísticas dándole a Casablanca esa estampa imposible de olvidar para cualquier viajero.

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