Una catedral católica como icono de Casablanca

Aparentemente, su estructura hace alusión a cualquier catedral gótica europea. Su estilo neogótico diseña un característico contraste en el horizonte de la capital económica y financiera de Marruecos. Esto hace que se haya convertido, junto a la mezquita de Hassan II, en un icono de Casablanca.

Construida en 1930, el diseño de Paul Tournon fue realizado con motivo de la construcción de una de lo que sería una de las iglesias católicas más grandes de Marruecos. Sin embargo, su funcionalidad cesó 26 años después, cuando se convirtió en un centro cultural y el centro religioso que fue como diócesis se trasladó a la Catedral de Nuestra Señora de Lourdes en Tánger. Tras la independencia de Marruecos, el edificio se sigue conservando y alberga en ocasiones exposiciones temporales sin tema en particular y conferencias.

Entre los comentarios de algunos visitantes se encuentran “este lugar es perfecto”, “muy bonito” o “digno de visitar”. La Iglesia del Sagrado Corazón o también conocida como la Catedral de Casablanca desde los años 70 comenzó como centro universitario pero ya en el 2000 empezó a  tener esta función y lo hizo de la mano de una convención firmada entre los ayuntamientos de Casablanca y de Ámsterdam según el periódico La Vanguardia. Los holandeses fueron los encargados de organizar el espacio para convertirlo en un espacio cultural al servicio de la sociedad marroquí.

Lo que fue el templo católico, los 33 metros de alto de sus torres distribuida en cinco naves, esta destaca entre la estampa típica de la ciudad, aunque permanece al estilo art-decó que siguen muchos de los edificios oficiales de Casablanca. El enorme bloque grande, como se caracteriza, cuenta con rasgos de art decó y estilo neo-marroquí, aunque lo más llamativo pueden ser los dos minaretes que enmarcan la fachada del edificios, sin olvidar los azulejos de las ventanas que presiden la parte superior de la Catedral del Sagrado Corazón de Casablanca.

Aunque sea un edificio de religión cristiana, sus descomunales dimensiones hacen que la catedral de Casablanca o la Antigua Catedral del Sagrado Corazón se convierta en uno de los puntos más populares en cualquier visita a la ciudad marroquí. A pesar de no ser una mezquita, es un símbolo de la ciudad que se encuentra cercano a los demás edificios culturales y al famoso parque de la Liga Árabe, también de interés turístico.

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