La herencia española y portuguesa de Assilah
Al igual que la mayoría de las ciudades limítrofes con el Atlántico, la historia de Assilah también cuenta con un origen mariner y comercial. La ciudad, que en su antigüedad fue un asentamiento fenicio, griego y cartaginense, cuenta además con un carácter romano. El nombre por el que la rebautizaron es el “alma máter” del nombre actual, “Augusta Zilil”, atribuyéndole el nombre de “Assilah” en el 712 con la llegada de los árabes.
Sin embargo, en esta ciudad-fortaleza brilla, en particular, el espíritu de su época como colonia y aún a día de hoy la ciudad atlántica todavía conserva numerosos símbolos de la cultura portuguesa.
Assilah conserva algunas tradiciones y referencias que guardan similitud con España. Su historia más reciente, remontándonos a principios del siglo XX nos dice que durante el protectorado español, Assilah formó parte de este y aún a día de hoy es un destino muy recurrente para los visitantes españoles. Seguro que has escuchado hablar a algún conocido acerca de sus vacaciones de primavera o verano en Asilah. A día de hoy siguen llegando ferrys desde Algeciras y Tarifa, además de vuelos desde España que preservan las conexiones entre ambos países.
En este sentido, podríamos hablar de que Asilah guarda algo de cultura española y cultura portuguesa lo que nos hace sentirnos como en casa al visitarla, cercana a las tradiciones peninsulares.
Sus zócalos y tejados azules y sus calles blancas se asemejan a cualquier pueblo blanco de la sierra y de la costa de Cádiz y, por otro lado, los más de dos siglos en los que los portugueses ocuparon sus calles se puede percibir fácilmente de la misma forma. Los rasgos arquitectónicos portugueses la convierten en la ciudad fortificada que es hoy en día.
Por ejemplo, entre los puntos donde se puede apreciar esta influencia de la época colonial destaca, por ejemplo, la medina amurallada. A través de las puertas Bab el Bhar, Bab el Kasbah y Bab Homar se puede acceder a la que se considera en la actualidad como la medina más limpia y cuidada de Marruecos que rodea la ciudad que podemos apreciar en la imagen.
Otro de los edificios más visitados que se encuentran en el interior de la medina de Asilah son la medersa o las escuelas de Sidi Mohamen Ali Marzok y otra escuela coránica de principios del siglo XX, además del famoso mercado de Ahfir y las numerosas mezquitas que abundan en la zona.
Entre las tendencias marroquís, portuguesas y españolas, Asilah brilla entre las ciudades costeras atlánticas por ser única donde es posible la convivencia de tres culturas diferentes en un mismo lugar. Un icono de tolerancia rico en multiculturalidad y en respeto a lo distinto y a la memoria desde tiempos inmemoriales.