Entre las ruinas de la Kasbah Boulaouane
Si pasas unos días en El Jadida, te sorprenderán todas las actividades que puedes hacer para entretenerte. Aunque para satisfacer tu espíritu intrépido, la cantidad de rincones culturales de la zona mantendrá despierta tu faceta más investigadora siempre despierta.
No tan lejos de El Jadida, esta ciudad esconde a 68km gran parte de su historia. Se conoce como la Kasbah Boulaouane, una antigua fortaleza ya en ruinas que aún conserva numerosos rincones interesantes de visitar. Para acceder a ella se recomienda desviarse por Settat y allí preguntar. Aunque ha sido derruida gran parte de sus paredes debido al paso del tiempo y por la falta de ayudas a su conservación, ahora tan sólo se pueden observar las ruinas de la muralla, algunas paredes de la mezquita y la zawja.
Su creación corrió a cargo del sultán Moulay Ismail en 1710 con siete bastiones como los que se pueden apreciar en construcciones similares europeas. Tras acceder por una empinada subida con la que soñaremos rozar el final, encontraremos el famoso acceso arqueado por el que se entra al recinto. Justo en el patio, el primer enclave que encontramos al entrar, se puede observar la casa del sultán, fácilmente reconocible por estar dominada por una torre con decoraciones. También desde le patio central se accede a la cárcel donde se encerraban a los prisioneros cristianos que eran castigados tras ser capturados durante las guerras contra los cristianos. Alrededor del patio destacan los bellos mosaicos decorativos que aún pueden apreciarse entre sus paredes.
Sus vista desde la Kasbah al río Oum Er-Rbia es única debido a la altura de la colina en la que se encuentra esta fortaleza. A la orilla de este río, además de el paisaje árido y de tierras rojizas, se pueden contemplar los abundantes huertos de olivos, limoneros, naranjos e incluso acacias en las zonas más próximas de la ladera. En la gran explanada próxima a la colina donde se levanta la Kasbah de Boulaouane se encuentran los famosos viñedos con el mismo nombre de la fortaleza. De aquí nacen los populares vinos de tipos tinto y gris, conocidos por su elaboración manual, muy típicos en la zona. Su ardua subida merece la pena.
Si decides experimentar las sensaciones que desprende este espacio que te traslada a una antigua fortaleza medieval su descubrimiento podrá ser guiado. En ocasiones, uno de los porteros de la Kasbah de Boulaouane se presta a mostrarte los rincones más inhóspitos del edificio, a través de una amable visita guiada con este guarda que es quien mejor conoce los misterios del recinto.